Actualmente, el control de la calidad y dinámicas de las aguas continentales es de gran importancia en nuestras sociedades, sobretodo en aquellas en las que el desarrollo urbanístico ha tenido como consecuencia la contaminación de agua y la intensificación de los problemas originados a causa de las escorrentías masivas y descontroladas. Esta situación ha generado grandes problemas socioeconómicos y ambientales. en áreas densamente pobladas, los problemas se magnifican debido al gran incremento de las aglomeraciones humanas y los bienes económicos de las llanuras de inundación y a la reducción de la permeabilidad natural de los suelos.
En este contexto, las medidas de protección y control precisan de un enfoque intensivo que pueda generar soluciones en las cuencas con áreas completamente transformadas, reducidas a su mínima expresión o rodeadas por suelos de altísimo valor económico. Estas soluciones deben ser consistentes, facilitar o controlar los sedimentos en el uso de los acuíferos e integrarse en el medio natural, agrícola y humano.
Buscando un equilibrio entre funcionalidad, resiliencia estructural e integración ambiental, durante las últimas décadas hemos desarrollado y probado con éxito sistemas como las geocélulas o mallas volumétricas capaces de confinar y estructurar suelos para crear canales, balsas de laminación u otros elementos de control hidrológico.